Navidad todos los días
Celebrar la Navidad con niños pequeños en casa tiene sus ventajas y desventajas. La ventaja es la pura alegría que transmiten al ver la casa adornada y el árbol en su puesto con los regalos alrededor. La "desventaja" es...¡la espera! Desde hace unas semanas, lo primero que dice mi hijo de cuatro años cada mañana es, "Papi, ¿hoy es Navidad?". Con una sonrisa cansada tengo que decirle, "No, mijo, aún no. Ya casi...". Los niños ven que todo está listo. Es lógico preguntar, ¿por qué no puede ser Navidad ya?
Y más difícil aún para los niños es el día después de Navidad: "Mami, ¿de verdad tenemos que esperar todo un año para que vuelva a ser Navidad? Pero ¿por qué no puede ser Navidad todos los días?". ¿Y por qué no? ¿Es posible celebrar Navidad cada día del año?
Encontramos una respuesta en el lugar menos esperado: el lecho de muerte de Juan Wesley. A finales de febrero, 1791, un Wesley de 88 años se había enfermado, y estaba ya llegando al final de su vida. El 2 de marzo, rodeado de amigos y colaboradores en el ministerio, esta figura tan enorme, ahora débil y moribundo, canta con voz frágil un último himno. Luego pronuncia sus últimas palabras: "Lo mejor de todo, es Dios con nosotros".
"Dios con nosotros" o, en palabras de Isaías, "Emanuel". Es un título de Jesús, uno de los muchos que nos da el mismo profeta, junto con Príncipe de Paz, Admirable Consejero, Dios Fuerte, y otros. Pero a diferencia de los demás nombres, que hablan de alguna característica de Jesús mismo, "Emanuel" habla de la relación de Jesús con los seres humanos. Jesús es, simplemente, Dios con nosotros. No en un palacio celestial, no en una inaccesible esfera cósmica. No, con nosotros.
Durante la Navidad es fácil imaginar a Jesús en forma de un tierno bebé. Pero su nombre Emanuel nos recuerda que está con nosotros en cada aspecto de su vida terrenal y celestial. Está con nosotros como sanador, maestro, consolador, y ejemplo de vida. Está con nosotros en cada aspecto de su vida, y está presente en cada etapa de nuestra vida también.
Como dice la escritora Ruth Chou Simons, "Dios con nosotros no fue un evento en el día de Navidad, o una vida durante los 33 años que Jesús caminó en la Tierra. Dios con nosotros es para siempre en las vidas de los que le reciban como Salvador y Rey".
Es por eso que Jesús, luego de su resurrección y antes de ascender a la derecha del Padre, promete, "Estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo". Es decir, Jesús siempre está con nosotros. Dios siempre está con nosotros. El milagro de Emanuel es que hace que cada día sea Navidad.
Esto podría ser lo que Juan Wesley comunicaba con su último suspiro. La verdad asombrosa no es solo que Dios viniera al mundo en forma de un bebé, para celebrarse durante unas semanas cada diciembre. Lo más asombroso es que Dios viniera a quedarse con nosotros, a sanarnos y enseñarnos y consolarnos todos los días del año.
Nuestra oración es que estos días de Navidad sean de bendición para usted y sus seres queridos. Y que a partir del día 26, continúe consciente de la presencia de Dios en su vida: Emanuel.